PASO DE CRISTO
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La Hermandad se reorganiza y el 2 de Noviembre de 1891 son aprobadas las reglas bajo el titulo de Hermandad del Santísimo Cristo de las Aguas, Nuestra Señora del Mayor Dolor, Patrocinio de San José y Candelaria, establecida canónicamente en le convento de los Dominicos de Triana.
La primera estación de penitencia después de la reorganización se produjo el Domingo de Ramos de 1892, con un único paso de estilo gótico “blanco” y en el que figuraba la imagen del Crucificado, acompañado de la Virgen, atribuida a Montes de Oca, y San Juan Evangelista.
En 1895 estrena la figura del Ángel, obra de Manuel Pérez Gilbert y en 1898 se incorpora al misterio la Magdalena, en realidad era una de las Tres Marías del paso antiguo del Cristo de la Conversión del Buen Ladrón y que había sido cedida por la hermandad de Montserrat.
En 1929 se estrena paso de misterio en madera de caoba, de Guillermo Muñiz, y crucificado, obra del escultor Antonio Illanes, quien desde ese momento se vincula a la hermandad llegando a ser en dos ocasiones Hermano Mayor de la corporación. El mismo Illanes sería el encargado de realizar en 1936 las nuevas tallas del Ángel y la Magdalena.
Después de incendio producido la noche del 29 de Octubre de 1942 en la Iglesia de San Jacinto, la Hermandad se traslada a la Iglesia de Santiago. Siendo hermano mayor Antonio Illanes, éste realiza una nueva imagen del Crucificado de las Aguas. Durante dos años procesionó sin mas acompañamiento que las figuras de dos ángeles faroleros que fueron cedidos por la Parroquia de Santa Ana, hasta que en 1945 se incorporaron las imágenes de la Virgen del Mayor Dolor y la de San Juan Evangelista, esta ultima de Antonio Illanes, completándose en los años siguientes el misterio con las tallas de la Magdalena y el Ángel, realizadas por Francisco Pascual.
De la Vírgen del Mayor Dolor que se incorpora en 1945, que es la que procesiona actualmente, podemos decir que se contrata con el ceramista José Romero Murillo la hechura de la imagen. Pero el desconocimiento de este escultor como tal, los rasgos estilísticos de la misma, relacionados con el estilo de Montes de Oca y las investigaciones llevadas a cabo durante dos restauraciones, junto con el dato que ofrece una carta enviada por la Hermandad al Cardenal Arzobispo de Sevilla comunicándole el incendio, en la que se señala que junto con los restos del fuego, han aparecido carbonizados el candelero y la cabeza de la Virgen, ponen en duda la autoría de Romero Murillo, aunque no su intervención en la obra. En 1953, Antonio Eslava encarnó el rostro y las manos de la Virgen y le realizo un nuevo candelero.
Las restauraciones de Francisco Peláez del Espino (1981) y José Manuel Bonilla (1991) estiman que la talla actual es de mayor antigüedad. Éste último aprecia restos de madera carbonizada en la parte trasera del busto y la división de la cabellera en dos partes claramente diferenciadas y presumiblemente de distintas manos, lo que unido a la utilización de cola animal en los ensambles, hace pensar al restaurador que la actual imagen es la primitiva de Montes de Oca.
En Cabildo General de 1 de Octubre de 1965 se dio lectura a una carta de Antonio Illanes en la que ofrecía la donación de una Dolorosa, “la mejor de cuantas tengo realizadas”, para cumplir con una promesa efectuada tras el incendio de 1942 y que vendría a sustituir la actual, ofrecimiento que no fue aceptado por el Cabildo por, tal como se refleja en el acta, “cuestión ética y de fervor”
La imagen actual de San Juan Evangelista es obra de Luís Álvarez Duarte, realizada en 1973 y que sustituyó a la de Antonio Illanes de 1943, y la del Ángel es obra de Juan Abascal, estrenada en 1962. En 1966 se le sustituyeron los ojos de cristal por unos policromados y en 1989 lo restauró, modificándole la peana.
Respecto a la Magdalena, en Cabildo General Extraordinario celebrado el 29 de Diciembre de 1997, la Hermandad decidió sustituir la imagen ejecutada por Antonio Eslava, en 1946, por una realizada por Luís Álvarez Duarte.
En cuanto a la talla del paso de Misterio, en la Semana Santa de 2006 se espera estrenar la talla completa del mismo a cargo de los Hermanos Caballero, iniciado en el 2001.
Este paso sustituye al anterior realizado por Guillermo Muñiz en 1929, con crestería y maniguetas de Manuel García. En 1965 se doraron las partes talladas por Herrera y Feria, y se sustituyeron los faroles de hierro forjado por cuatro candelabros de guardabrisas que fueron adquiridas a la Hermandad de San Roque. En 1972 Antonio Vega talló la cartela central con el escudo corporativo. Completaba el paso cuatro evangelistas realizados por José Paz Vélez en 1958.
El Santísimo Cristo de las Aguas tiene potencias que Talleres de Villarreal realizo en 1974, aunque en la actualidad no procesiona con ellas. Los casquillos de la Cruz son de Orfebrería Ramos del año 2000, que también realizó el llamador en 1989.
Nuestra Señora de Mayor Dolor luce diadema de plata sobredorada realizada por Jesús Domínguez Vázquez. Las aureolas de Maria Magdalena y San Juan Evangelistas son del taller de Jesús Domínguez Machuca en 1996. El cáliz que porta el Ángel es de Fernando Marmolejo Camargo realizado en 1992.
El 19 de Febrero de 1967 se bendice María Santísima de Guadalupe, que dos años mas tarde procesionaría en Semana Santa, realizada por Luís Álvarez Duarte en 1966. En 1981, su autor le sustituyó el candelero, reencarnándole el rostro y tallándole unas nuevas manos.
El paso es un compendio de distintos autores. Talleres de Viuda de Villarreal realizan los respiraderos (1971), Jesús Domínguez los varales y la peana, con reproducción en miniatura de la Virgen de Guadalupe de México (1968-69), quien también realizó la candelaria (1973), Hijos de Juan Fernández las jarras (1972), de Villarreal los candelabros de cola (1977) y José Manuel Ramos realizó las jarritas delanteras en plata de ley (1993). El llamador es de Orfebrería Ramos (1989). Los bordados de las cuatro bambalinas del palio son de Sobrino de Esperanza Elena Caro, siguiendo proyecto de Antonio Dubé de Luque, entre 1988 y 1991. Y el techo de palio se estrena completo en 2006, con bordados realizados por Charo Bernardino.
La corona es del Taller de Villarreal (1977). Maria Santísima de Guadalupe tiene saya de los Sobrino de Esperanza Elena Caro (1991) en tisú de plata bordada en oro.
Desde 1972, en la delantera del paso, luce una reproducción en plata dorada de la Rosa de oro que su Santidad el Papa Juan XXIII donó a la Basílica Nacional de Santa Maria de Guadalupe de México.
Talla completa con características propias de la escultura sevillana del siglo XVIII, considerándose muy próxima a la escuela de Pedro Duque Cornejo. Sostiene al Niño con las dos manos en una clara actitud maternal. Fue restaurada en 1992por Enrique Gutiérrez Carrasquillo y Pedro Manzano.